Sinopsis:
Adaptación de la serie de novelas de Patricia Highsmith sobre Tom Ripley. Años 60. Un millonario contrata al estafador Tom Ripley para que viaje a Italia e inste a su hedonista hijo a regresar a casa. La aceptación del trabajo por parte de Tom hace que éste se vea rodeado de riqueza, lujos y privilegios, haciéndose pasar por quien no es. Pero para conservar la vida que tanto desea, Tom tendrá que tejer una red de mentiras.
Me ha entusiasmado esta serie basada en la novela de Patricia Highsmith El talento de Mr. Ripley. Aún me acuerdo de la impresión que me causó su lectura lustros ha, cuando la compré en Círculo de Lectores. Era la primera vez que el protagonista era un criminal por el que me sentía atraída, a mi pesar. A sabiendas de su inmoralidad de asesino, en mi fuero interno deseaba que escapase a la persecución policial. Fue tanta la fascinación que compré el resto de libros sobre el personaje, que languidecerán en alguna estantería en casa de mi madre.
La serie recoge perfectamente esos sentimientos encontrados, esa atmósfera cargada, en el marco de una Italia de tintes neorrealistas, con una bellísima fotografía en blanco y negro: se podría extraer cualquier fotograma y enmarcarlo.
Este Ripley es Andrew Scott, el Moriarty de nuestro Sherlock, en una actuación brillante, aunque para mi gusto le falta un poco de atractivo físico, como el de Alain Delon o Matt Damon, sus antecedentes en el personaje. Curiosidad: en la serie sale John Malkovich, que también fue Ripley en una versión madura.