jueves, 26 de diciembre de 2013

Ávila



El sábado 14 por la mañana salimos hacia Ávila. ¡Qué frío hace en esa tierra, por el amor de Dios! Menos mal que iba preparada con mi plumas estrenado la víspera y el bonito a la par que abrigado conjunto de bufanda y sombrero que me había regalado Carolina y que por fin pude lucir.


Había estado allí hacía un montón de años y apenas la recordaba. Me conquistó el encanto provinciano de una ciudad pequeña. Además, estaba bastante limpia y acondicionada para discapacitados.


En la visita teníamos a un guía mayor, acostumbrado a turistas de la tercera edad, supongo, porque el repertorio de chistes era un tanto rancio. Se asombró de que conociéramos muchas de las historias que nos contó. No, no es que fuésemos expertos en la ídem sino que tenemos reciente la serie de Isabel.  Por la parte literaria, que me pilla más cercana, disfruté de la presencia de Santa Teresa y San Juan de la Cruz.


En la actualidad, el casco antiguo, la muralla y las iglesias situadas extramuros han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. Las Murallas son el símbolo universal y monumento más destacado que acoge la ciudad de Ávila. Su importancia se deriva por ser el recinto amurallado medieval mejor conservado de España y probablemente de toda Europa.


1 comentario:

Johnny dijo...

Que bellos recuerdos trajiste a mi mente. Allá por 1990 la visité en un tour de un día desde Madrid (junto con Toledo y el Escorial). Bella tu tierra amiga mía.