Sinopsis:
Basada en un hecho real ocurrido en 1850, narra la historia de Solomon Northup, un culto músico negro -y hombre libre- que vivía con su familia en Nueva York. Tras compartir una copa con dos desconocidos, Solomon descubre que ha sido drogado y secuestrado para ser vendido como esclavo en el Sur en una plantación de Louisiana. Renunciando a abandonar la esperanza, Solomon contempla cómo todos a su alrededor sucumben a la violencia, al abuso emocional y a la desesperanza. Entonces decide correr riesgos increíbles y confiar en la gente menos aparente para intentar recuperar su libertad y reunirse con su familia.
Coincido con una crítica que leí (no recuerdo en qué medio) que calificaba el film algo así como La pasión de Cristo” sin el arameo. Es una película difícil de ver pues nos recuerda la crueldad humana en uno de tantos episodios históricos bochornosos. Con películas sobre la esclavitud, o el holocausto por poner otro ejemplo, me preguntó cómo fue posible que se consintiera semejante abominación. Sin embargo, la gran cuestión es cómo permitimos que suceda en la actualidad cuando en el mundo continúan la segregación, la represión, la guerra, el hambre y tantas lacras más.
Retomando la película, los actores están espléndidos, desde los principales hasta el menor secundario. Cumberbatch representa a un negrero de buen corazón (si el oxímoron fuera posible) en cuyas antípodas está el papel de Michael Fassbender en una apabullante actuación. No me gusta con barba pelirroja: me recuerda demasiado a Pablo Motos, lo que baja la libido a cualquiera. También sale Brad Pitt, un señor que, curiosamente, nunca me ha despertado las hormonas.
1 comentario:
No la han estrenado pero la veré en cuanto salga.
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