sábado, 28 de mayo de 2016

¡Ave, César!



Sinopsis:
En el Hollywood de los años 50, uno de los grandes estudios pretende hacer una gran superproducción de romanos protagonizada por una gran estrella (Clooney), pero el actor es secuestrado durante el rodaje. 

Nunca he sido muy devota de los hermanos Coen, de modo que no me esperaba mucho de esta película. Quizá por eso no me desagradó como me imaginaba. También tiene que ver que me gusta el subgénero de películas dentro del cine. Este metagénero da mucho de sí, sobre todo si se ambienta en época dorada de Hollywood como la de los años 40. La película refleja que en aquella época había más variación de género que ahora. Desde el peplum romano con George Clooney a la cabeza en un papel muy propio de las películas religiosas de antaño, a las musicales con un Channing Tatum estupendo bailando como él sabe, o los western pasando por las películas de lujo, glamour y de buenos modales dirigidas por británicos (grande Ralph Fiennes). Mientras que los que estaban detrás de la pantalla, guionistas sobre todo, se reunían en organizaciones comunistas.



Entre el reparto estelar sale también un chaval joven, Alden Ehrenreich, el que se dice que va a ser el próximo Han Solo. En redes sociales se abrió el debate de si era adecuado para el papel. Mi respuesta es que no, no porque el chico no lo haga bien sino porque para mí solo va a haber un Han Solo, que es Harrison Ford.


En resumen, a pesar de cierta falta de cohesión, la película me entretuvo más de lo que a priori podría esperar y lo curioso es que para la crítica es una cinta menor de estos hermanos directores y productores. Está visto que soy muy rara y más en cuestión de gustos cinematográficos.

1 comentario:

carolina dijo...

Aunque no les sigo mucho, sí que he visto algunas de las películas de los Coen. Son raros, muy raros, pero suelen dar en el clavo: lo hicieron con "Fargo", "Muerte entre las flores", "Barton Fink" y un largo etcétera. Es normal que entre tantas joyas haya algún tropiezo. También le ha pasado a otro de mis favoritos, Tim Burton. Otro rarito, por cierto.