Sinopsis:
El mítico MacGyver regresa a la pequeña pantalla tras tres décadas alejado de la televisión. El clásico personaje seguirá haciendo frente a las misiones más complicadas gracias a su agudizado ingenio.
La nueva temporada de series made in USA nos ha brindado unas cuantas revisitaciones de películas y series de antaño. ¿Se ha agotado la creatividad? Tras ver los primeros episodios, me temo que no las voy a seguir en su mayoría, MacGyver entre ellas.
Empecemos porque no recuerdo bien el original, salvo las consabidas y celebradas referencias sobre que con un clip y un chicle (homenajeado en la cabecera de la serie) lo mismo fabricaba una bomba que desactivaba otra. El recuerdo, desde mi adolescencia, es que el protagonista era un hombre, no un niñato, como el del refrito. Vale, puede que mi percepción me engañe, pero no. San Google me dice que Richard Dean Anderson tenía 35 años cuando encarnó por primera vez el personaje mientras que el joven Lucas Till es una década menor.
Este nuevo MacGyver trabaja para una organización ultrasecreta y megasofisticada en plan Misión imposible. El resto de los personajes son tan estereotipados y el planteamiento es tan previsible que le dije a Pedro: ¿a que pasa esto? Y pasó. En cuanto a las soluciones científicas, qué queréis que os diga, ya me he acostumbrado a El hormiguero. En fin, que le he hecho saber a Pedro que el siguiente episodio lo verá solo.
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