Dirigida y protagonizada por Steve Buscemi, narra la historia de un reportero de guerra, Pierre Peders, y una estrella de las telenovelas norteamericanas llamada Katya. Pierre ha pasado buena parte de su vida viendo el horror de la guerra desde primera fila, ha visto atrocidades difíciles de imaginar y es enviado a entrevistar a Katya. Ella vive en un mundo lleno de glamour muy superficial, donde no preocupa otra cosa que ellos mismos. Como era obvio, sus dos mundos chocan en un primer momento, pero luego se convierte en un juego profundo donde cada uno juega apasionadamente sus fichas, elevando el nivel de intriga y la tensión sexual que se respira hasta llegar a un final inesperado. Una película que habla de las relaciones humanas, la sexualidad, el dolor y de muchos otros temas.
El inconveniente reside en que se hace más difícil mantener el interés cuando son sólo dos los personajes que aparecen a lo largo del metraje, menos si él es tan poco atractivo como Buscemi y ella tan sosa y unidimensional como Sienna Miller. La verdad, no sé qué le ven a esta chica.
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