Luna cumple 6 años

El domingo nos juntamos toda la familia en la casa de campo, como es de costumbre, pues era doble la celebración. Por un lado, claro está, el día de la Madre, así que felicité a la mía, a mi hermana, a mi cuñada y a mis dos sobrinas políticas, a una por sus dos niñas y a la otra por su futura maternidad. Huelga decir que, teniéndonos a todos (con la excepción de mi sobrina, que sigue en los antípodas), mi madre se hinchó a llorar de emoción y alegría.

La otra celebración fue el 6º cumpleaños de Luna, aunque había sido el día 2. El sábado lo celebró con sus amiguitos y el domingo con nosotros. Siguiendo la tradición, mi hermana preparó la tradicional paella de la zona, que aquí llamamos arroz con conejo. A mi hermano se le ocurrió poner la velita del 6 en medio de la paella haciéndole creer a Luna que esa era la nueva moda en cumpleaños y que no habría tarta. La pobre cría sopló sin ganas porque lo que ella quería era una tarta de verdad. La tuvo, por supuesto, cortesía de sus padrinos, una preciosidad de tarta. El caso es que, cuando le cantamos Cumpleaños feliz, le dio mucha vergüenza y ponía cara de tierra trágame. Su hermanita, mientras tanto, echaba mano del chocolate y se pringaba toda la cara. ¡Para comérselas a ambas!