lunes, 5 de mayo de 2014

¡Viva la madre que me parió!


Sinopsis:
¿Por qué una madre piensa que no hay herida, por grave que sea, que no se cure con su propia saliva?¿Por qué un ser que te quiere tanto puede llegar a decir una frase tan cruel como: “Llora, llora, que menos mearás?¿Cómo una madre sabe ver el futuro y si te dice: “bájate de ahí, que te vas a caer”, seguro que te caes?¿Y por qué cuando te caes, en lugar de consolarte te da dos azotes a pesar de que le estás dando la razón?. Este libro es un homenaje a esos seres fascinantes que parece que, en cuanto se convierten en madres, reciben clases secretas para hacer las misteriosas cosas que hacen.

Dada la festividad del Día de la Madre, he acabado de leer ¡Viva la madre que me parió!, de Arturo González-Campos y Sergio Fernández, un par de cómicos muy dicharacheros más conocidos como “La Parroquia”. ¡Lo que me he podido leer con el librito dichoso! Es cortito y se lee de un tirón. Cada apartado es como un monólogo que conlleva, aparte de esbozarnos más de una sonrisa, darnos cuenta de lo similares que son las madres, esos seres fascinantes que desinfectan heridas con su saliva, sin importar la localización ni la temporalidad. Aquí nos revelan el misterio:

"Lo más fascinante de todo, y aún no se sabe muy bien cómo se consigue, es que justo en el momento de quedarse embarazada tu madre recibe toda la información que tiene que tener cualquier madre sobre las cosas. Antes no las sabía, pero ahora ya sí. Es como en Matrix, cuando le meten a Keanu Reeves un USB de mil gigas por el pescuezo, le dan a un botón y cuando abre los ojos dice:
- Ya sé kárate.
Si te paras a pensarlo, la película se llama Matrix por algo... Porque matrix no hay más que una."

Podría poner más ejemplos descacharrantes como la madre McGyver con recursos ilimitados, o el bolso de una madre, o la madre y la tecnología, por no hablar de esas frases lapidarias, como:

-¿Y quiénes van? ¿Quiénes son todos?
- Me duele más a mí que a ti.
- Y si no te gusta, coges la puerta y te vas.
- Llévate una rebequita, que luego por la noche refresca.

Sin poder afirmar que todas las madres sean completamente iguales, al menos en un 80 % son calcadas. Por cierto, feliz día de la Madre.

1 comentario:

Johnny dijo...

Libro requerido pero no lo tendré hasta quién sabe cuándo. En fin, si son casi todas las madres así te lo aseguro, yo diría que un 90% jejejejejeje