Para despedir las vacaciones, el lunes fue un día bastante divertido. Por fin se pudo cuadrar fecha y hora para una comida de las Guapetonas, sin necesidad de excusas de cumpleaños. Porque sí y ya.
Degustamos el menú del día entre charlas, bromas y carcajadas, muchas de ellas provocadas por el regalo que les llevé: un pintalabios del tipo “seta”, manera elegante de expresar la forma que tiene su punta, justo esa en la que estáis pensando. Si ampliáis la foto, puede que se vea.
De postre pedí tarta de chocolate con queso, más consistente de lo que imaginaba, y para colmo nuestra amiga Rosa, la más excelsa cocinera del grupo, contribuyó con un brownie casero de chuparse los dedos. Huelga decir que esa noche no cené, de lo llena que estaba, entre comida y risas.
1 comentario:
Pero que muy guapetonas.
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