Sinopsis:
Tras sufrir un terrible accidente de coche, en la difusa línea que separa la vida de la muerte, a Malena se le aparecen todas las palabras que se quedaron sin decir: palabras de amor, de perdón, de amistad, de reconocimiento…Por su mente desfilaron todos sus amores, los felices y los fallidos: aquel que la hizo sufrir, aquellos otros que le sirvieron para olvidar y su amor actual, a quien tanto debe y de lo cual hasta ahora no se había dado cuenta; su mejor amiga, a la que olvidó decir «te quiero» antes de que se fuera; su familia y, sobrevolándolo todo, el personaje de su perrita Mia, una figura entrañable, divertida y sorprendente que conseguirá encauzar el destino de Malena para que nunca más olvide decir «Te quiero».
La novela anterior de Mónica Carrillo, La luz de Candela, no despertó mi entusiasmo precisamente. Sin embargo, no me dejé vencer por mis prejuicios y emprendí la lectura de su segunda incursión literaria. A mi parecer, la autora ha mejorado su técnica y su espectro narrativo al no centrarse únicamente en la pasión amorosa.
La protagonista, al borde de la muerte, repasa su vida, ayudada por los recuerdos de su perrita fallecida, lo que me ha hecho mucha gracia. Los flashbacks tienen el mérito de no ser liosos y la lectura es amena.
Daré un voto de confianza a lo próximo que escriba la señora Carrillo, que no sabía yo que es casi paisana mía, de Elche.
1 comentario:
Es precisamente lo que decimos del uso de los emoticones y de cómo las nuevas tecnologías de la comunicación pueden convivir perfectamente con una falta total de conexión entre personas que son muy cercanas entre sí. Paradojas de nuestro mundo y nuestra forma de ser.
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