Desde hace unos años en Domingo de Ramos luce un sol primaveral que favorece que pequeños y grandes acudan a la procesión donde se conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén y su recibimiento con palmas y olivo.
El dicho popular afirma: "Diumenge de Rams, qui no estrena no té mans". Para evitar el riesgo de quedarme sin manos, unos días antes me compré la camisa que veis en las fotos, además de un reloj. Por supuesto, mis princesitas también iban de estreno, tan preciosas como podéis ver.
Participamos en la procesión acompañando a Jesús montado en el burro, flanqueado por sus discípulos y las cornetas y tambores de la cofradía de Nuestro Padre Jesús.
A la puerta de la iglesia me encontré con mi alumna y amiga Mari Carmen, paradigma de la elegancia, que me regaló el precioso bolso que me veis. Para inmortalizar tanto glamour, su hijo nos tomó la foto que cierra esta entrada.
Feliz Semana Santa a todos los lectores del blog.
2 comentarios:
Muchas gracias, igualmente.
Muy guapas todas ellas. Pero claro, las nenas se llevan "la palma" :-)
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