viernes, 27 de octubre de 2017

Billy Elliot, el Musical.

Estoy escribiendo esta entrada hoy viernes 27 a las 17:34. Justo hace una semana me encontraba en Madrid en el Teatro Nuevo Alcalá disfrutando del Musical Billy Elliot. La función llevaba ya algo más de media hora. Mi opinión sobre la misma se puede resumir en pocas palabras: Sensacional, DE LUJO. La verdad es que estaba un poco mosca desde que me compré, con la entrada ya adquirida, el DVD con la versión en inglés subtitulado, no me llenó del todo. Pero la versión en español supera con creces a la británica, aparte de oir los diálogos en castellano y los números musicales magníficos. El argumento es el mismo que el de la película, la cual ya he visto unas cuantas veces, aunque la adaptación de la puesta en escena necesariamente no puede ser igual. Los actores / actrices muy profesionales, tuve la suerte de que los papeles principales, al menos estaban representados por los titulares: Natalia Millán, Carlos Hipólito, Adrián Lastra y Juan Carlos Martín (aquel presentador del concurso "El Trivial" y su frase ¡Y no espero a nadie!). En el programa de mano que me dieron junto a una consumición gratis, detalle con quien llevaba Butaca Oro, estuve leyendo que todos los actores tenían su alternante, es más el papel del padre, Carlos Hipólito, el titular, lo sustituía de vez en cuando el mismo Juan Carlos Martín. Respecto a la parte infantil los representan niños/as diferentes en cada sesión. Para el papel de Billy hay 6 distintos (uno paisano mío de la provincia de Jaén) lo  hizo ese dia un tal Oscar Pérez. Respecto a las niñas el papel de Debbie (cinco en total) le tocó a Habana Rubio. El resto de las niñas del ballet las tengo aquí delante en el programa, pero no sabría decir quienes fueron, alguna carilla me suena. Recomiendo hacer una escapadita a Madrid, merece la pena, en especial a los amantes del ballet, de los cuales me incluyo, e incluso no tan amantes. Conquistará vuestro corazón

1 comentario:

Conchi dijo...

Me encantaría verlo, de verdad, pero me temo que en mi próxima visita a Madrid en diciembre (¡Dios mediante!) me decantaré por "El guardaespaldas" pues está más cerca del hotel.