Sinopsis:
Un leñador debe defender a su familia de un
peligroso grupo de traficantes de droga.
Esta película tiene un aire de
western moderno, género que nunca me ha entusiasmado, pero se me ocurrió verla
porque está protagonizada por ese fenómeno de la naturaleza masculina llamado
Jason Momoa. Lástima que la acción se desarrolla en un bosque cubierto de
nieve, por lo que tiene que ir tapado hasta las cejas, en lugar de las playas
hawaianas que lo vieron nacer. Hormonas aparte, ofrece una interpretación
sólida, con matices de vulnerabilidad junto a su bestiapardismo.
Con todo, no está mal la
película, a pesar de la violencia, con escenas muy realistas y por tanto
difíciles de mirar, y los tópicos de malos contra buenos. La relación con un
padre con principios de alzheimer es emotiva y dolorosa.
No me he arrepentido de emplear
hora y media en la película.
1 comentario:
¡¡Ay, Drogho, Drogho, nunca debiste fiarte de la bruja ésa!!
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