Sinopsis:
Villefranche es un pequeño pueblo situado en medio de un bosque muy frondoso que se encuentra casi completamente aislado del mundo exterior debido a que la espesura del bosque impide la llegada de las ondas telefónicas, lo que deja al pueblo en una zona sin cobertura ( en francés, se denominan zone blanche).
Empecé a ver esta serie para que mi oído no pierda el contacto con el francés. Encontré un ambiente que me recordó al del Baztán de las novelas de Dolores Redondo, con un bosque omnipresente, criaturas misteriosas incluidas, en el que se suceden los crímenes. Qué agobio de frío y niebla.
La trama peca de confusa, a mi juicio, y me perdía con las relaciones de los personajes y con tantos flashbacks, que ya no sabía si era presente o no. Achaco parte de la culpa a que no conozco a ninguno de los actores, de rostros tan anodinos que los confundía. Para colmo, el final no lo es tal, no se cierra ningún misterio y no hay más temporadas. Si la hubiera, de la misma rabia, tampoco la vería.
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