Sinopsis:
Cuenta la historia real de Robin, un joven
atractivo, brillante y aventurero cuya vida da un giro drástico cuando la polio
le deja paralizado.
Mi principal prevención contra esta
película era la presencia de Andrew Garfield, un actor que no me cae bien. Aun
así, he de reconocer que su labor actoral aquí es impecable.
Esta nueva muestra de la discapacidad en el
cine, a pesar de los múltiples tópicos en los que incurre, aporta la historia
de los avances en los dispositivos que nos facilitan la vida a los que tenemos
necesidades extra, como la silla con respiración asistida de la película.
Gracias a ella, el protagonista logró salir del hospital, de casa después y del
país a continuación. Valga mi homenaje y mi agradecimiento a esos inventores.
Volviendo a la película, dirigida por Andy
Serkis, más conocido por mí por su labor actoral, se deja ver sin ser
especialmente de calidad. Si no fuera por la calidad de los actores, rozaría
peligrosamente el nivel de telefilme de sobremesa. Lo que me parece patético es
el título que le han puesto en español, en lugar de Respira, que sería la
traducción del original Breathe.
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