Juego de ladrones. El atraco perfecto

Sinopsis:
Todos los días, el banco de la Reserva Federal de Los Ángeles saca de la circulación 120 millones de dólares en efectivo. Un grupo de experimentados ladrones planea su gran atraco final: robar esos 120 millones, pero el departamento del Sheriff de Los Ángeles, la brigada más temida de la ciudad liderada por “El gran Nick”, no está dispuesto a ponérselo fácil. 

Confieso que de no haber estado protagonizada por Gerard Butler no habría ido al cine a ver esta película, pues el cine de acción no es de mis géneros preferidos, por lo que probablemente la habría relegado a consumo casero.

Quizás no me ha entusiasmado porque no estoy acostumbrada a personajes con los que me cuesta empatizar. Entiendo que las personas no somos de una sola pieza y que el maniqueísmo es más propio de películas de consumo masivo.

El gran Nick, el personaje que encarna Gerry, es un policía impresentable, bocazas, putero, borracho y bebedor, además de tatuado hasta las cejas, cualidades todas que lo equiparan a los ladrones a los que persigue. Solo percibimos un atisbo de humanidad en la relación con sus hijas. Pese a las pocas simpatías que despierta, es una de las mejores creaciones suyas como actor. Está inmenso en la composición del personaje. Y que conste que no voy mencionar esos brazos como columnas ni ese pechamen para  perderse en él ni...

Otro de los aspectos por los que no me ha acabado de convencer es el excesivo metraje: con media hora menos habría ganado ritmo, porque condensa la acción al principio y al final, y la de enmedio peca de morosa a veces. Por cierto, las escenas de acción tienen a su favor el hecho de ser muy realistas, lo que no es habitual en el género.

Por último, y eso es sólo culpa mía, como había leído que al final se producía un giro en la trama, estuve más pendiente de descubrirlo que de sumergirme en la historia.

Dado que la última secuencia augura una continuación, a poco que vaya bien en taquilla, espero disfrutarla más.