Hace tres años os hablaba aquí de Dexter, de lo mucho que me gustaba la serie y cuánto me había impactado la cuarta temporada. He visto el último capítulo de la octava tanda, la final. No me ha acabado de convencer, qué queréis que os diga. Era de esperar, dado el flojísimo desarrollo de la temporada. Qué decepción. Episodio a episodio me decía: este no es mi Dexter, que me lo han cambiado.
Con todo, me dio penilla ver por última vez esos sublimes títulos de crédito, de lo mejor de la televisión, en que acciones cotidianas como freír un huevo, cortar un filete, exprimir naranjas (sanguinas, of course), pasarse el hilo dental, atarse los cordones o ponerse una camiseta, parecen métodos potenciales de homicidio.
Echaré de menos a uno de mis asesinos en serie preferidos, el auténtico, el de las primeras temporadas.
1 comentario:
Siempre al final se cuelgan y pierden algo de credibilidad, pasa y ha pasado la mayoría de las veces con las series después de ciertas temporadas. De lujo los créditos de entrada de la serie, de lo mejor en mucho tiempo. Adios Dexter adios.
Publicar un comentario