miércoles, 18 de septiembre de 2013

Otra discriminación para los discapacitados



Tengo un mosqueo de tres pares de narices con la nueva agencia de viajes con la que trata la Asociación de Amas de Casa. Primero, me dolió muchísimo no ir hace unas semanas a Cantabria y ver a nuestra amiga Carolina ya que, según la agencia, no había autocar adaptado. Me conformé –qué remedio- pensando que, avisados con tiempo, me buscarían transporte para una escapada de fin de semana a precio razonable a Marina d’Or.

Arguyen que no, que el precio publicitado corresponde a un autobús “normal”, que los de plataforma son más caros y no es plan de pedir más dinero a los clientes. Al parecer, el señor de la antigua agencia contaba con mi presencia y repartía desde el principio la diferencia de precio entre todos los billetes. Encima, esto me hace sentir mal porque nadie debería pagar de más por mi culpa. ¿Por qué no hay una ley que les obligue a igualar precios?

Pareciéndome todo una excusa, hablé con un conocido que es conductor de autocares. En efecto, me confirmó que los adaptados son más caros, lo que no me acabo de explicar; yo diría que consumen el mismo combustible, así que ignoro dónde radica la diferencia. Tampoco la sabía el conductor.

Sea como sea, me indignan esas discriminaciones. ¿Cómo podemos los discapacitados aspirar a la igualdad, a la integración, si lo que prima es el dinero? Estoy que muerdo.

3 comentarios:

Johnny dijo...

Asi cualquiera se moleta y con justa razón. La igualdad ante todo es lo que debería imperar. Hasta cuando entenderemos esto los seres humanos?

Mari Pau dijo...

Bienestar social? Igualdad? Vamos para atrás en todos los campos.

ana dijo...

Pues claro que entran ganas de morder, y hay mucho para elegir. Quizás ya te lo he dicho, no voy a los viajes de la Asociación de Mujeres por el mismo motivo y para colmo los organizo yo.