Un día fueron inseparables (II) El tocadiscos/radiocassette

Corría el año 1968, aproximadamente, cuando mis dos abuelas con mil pelas cada una me regalaron mi primer tocadiscos. Era uno de aquéllos típicos de los guateques de los 60 que únicamente funcionaban con pilas. Tenía 3 añitos. Y dos discos para que la cosa tuviese su gracia: El La, la, la de Massiel y el de La felicidad de Palito Ortega. El primer radiocassette no lo tuve hasta los Reyes de 1979. Los discos de vinilo estuvieron con nosotros hasta principios de los 90. Las cassettes duraron unos 10 años más. Del disco de vinilo se puede decir que no murió del todo, es más dicen que se va a volver a imponer. En El Corte Inglés venden, hoy día, algunos títulos como The Wall de Pink Floyd  o aquel primer LP del grupo Picnic, donde empezó Jeanette antes de declararse en rebeldía. Cada dos por tres hay aquí en Jaén ferias de coleccionismo en el que el producto estrella es el disco de vinilo, seguido de los CDs, cassettes algo menos, libros, albumes de coleccionismo, etc. No sé si no he tenido nunca un reproductor de CD de alta calidad, pero yo juraría que los vinilos sonaban bastante mejor que los CDs de ahora del sonido digital, daban sus problemas: se rayaban, la aguja saltaba, cuando tenían polvo se escuchaba el típico “reeeejeeeej”, aunque hay quien dice que una canción de los Beatles sin eso le falta algo. No sabría decir a ciencia cierta si se volverá a imponer otra vez el vinilo como antes. En las fotos debería haber puesto también un reproductor de CDs ya que, al paso que vamos, podrían tener sus días contados igualmente. El futuro de esto lo veo en ficheros guardados en el disco duro del PC. Hoy día existe el Windows Media Center que te permite escuchar tus canciones, ver tus vídeos y películas y hasta ver tus fotos y no se si se me olvida algo. He eliminado la foto del radiocassette porque me daba problemas para que quedase bien estéticamente.