jueves, 6 de abril de 2017

Excursión a Murcia



El pasado domingo me di un buen madrugón para estar en el autobús, tan abarrotado  que quedó bastante gente en lista de espera, fletado por las Amas de Casa en dirección a Murcia. Hacía sobre una década que no la visitaba y me ha traído recuerdos de mi padre, pues tenía clientes allí, por lo que iba casi todas las semanas.


Comenzamos la visita en la de plaza del Cardenal Belluga que alberga la Catedral de Santa María, el monumento más importante de la ciudad. No sería la única iglesia que visitamos. Entre los tesoros que albergan, destacan las imágenes de Salzillo. En la vertiente laica, precioso el Casino de Socios, de influencia modernista, al que pertenecen la mayoría de las fotos. Dimos un agradable paseo a pie por el centro disfrutando de un clima ideal, ni frío ni calor.


Me gustó la accesibilidad del centro histórico y comercial tanto como me desagradó la presencia de pordioseros, algunos bastante impertinentes. Creo que las autoridades tendrían que tomar medidas para que esas personas pudieran vivir con dignidad sin tener que recurrir a la mendicidad.


Abajo, probando el palo selfi que me prestó mi hermano.


Abajo, junto a una escultura del actor murciano Paco Rabal.


A la 1 subimos al autobús para dirigirnos a Jumilla, en concreto al restaurante Pío XII, que ya conocíamos de una anterior visita. El maestro de ceremonia que recibe a cada grupo lo califica como “el paraíso del marisco” pues la gente se hincha de gamba roja. Aparte de esto, el menú no está mal. No puedo decir lo mismo del dúo que ameniza el baile y cuyo repertorio se compone principalmente de éxitos de guateque de los 70 y pasodobles. Para disimular, algo cansino de Enrique Iglesias. La cuestión es que casi el millar de almas que llenábamos el restaurante comimos, bebimos y bailamos como si no hubiera un mañana, y lo pasamos en grande.


1 comentario:

carolina dijo...

Parece una ciudad muy bonita, al menos según las fotos que hiciste. Me alegro de que lo pasaseis bien.