martes, 4 de marzo de 2008

Olor frutal


Con membrillos maduros

perfumo los armarios.

Tiene toda mi ropa

un aroma frutal que da a mi cuerpo

un constante sabor a primavera.


Cuando de los estantes

pulidos y profundos

saco un brazado blanco

de ropa íntima,

por el cuarto se esparce

un ambiente de huerto.


¡Parece que tuviera en mis armarios

preso el verano!


Ese perfume es mío. Besarás mil mujeres

jóvenes y amorosas, mas ninguna

te dará esa impresión de amor agreste

que yo te doy.


Por eso, en mis armarios

guardo frutas maduras,

y entre los pliegues de la ropa íntima

escondo, con manojos secos de vetiver,

membrillos redondos y pintones.


Mi piel está impregnada

de esta fragancia viva;

besarás mil mujeres, mas ninguna

te dará esta impresión de arroyo y selva

que yo te doy.


(Juana de Ibarbourou)

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