Sinopsis:
Un psiquiatra, cansado de la vida que lleva y de que los consejos que da a
sus pacientes no les sirvan de nada, decide recorrer el planeta en búsqueda del
secreto de la felicidad.
Me puse a ver esta película por la simpatía
que me produce Simon Pegg. Pongo el piloto automático para que las neuronas
trabajen bajo mínimos y de pronto me salta la alarma: ¿no me estarán colando
una película de autoayuda, con el yuyu que me produce los libros de esa
temática? Pues sí. Al parecer, está basada en un libro francés superventas que
desprende perlas como que todo el mundo tiene obligación de ser feliz. Que no
digo yo que no, pero mejor será cosa mía. Y me pregunto: para encontrarse a sí
mismo ¿es necesario viajar a la India o a otro lugar exótico y distante, al
igual que en Come, reza, ama? Si no me lo puedo permitir, ¿seguiré perdida?
Para no enfadarme, mandé a mis neuronas que siguiesen durmiendo y me centré en los buenos actores, tanto principales como secundarios, como Jean Reno y Stellan Skarsgard.
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