Sinopsis:
Veintidós años después de lo ocurrido en Jurassic Park, la isla
Nublar ha sido transformada en un parque temático, Jurassic World, con
versiones «domesticadas» de algunos de los dinosaurios más conocidos. Cuando
todo parece ir a la perfección y ser el negocio del siglo, un nuevo dinosaurio
de especie todavía desconocida y que es mucho más inteligente de lo que se
pensaba, comienza a causar estragos entre los visitantes del Parque.
Nunca he sido una gran fan
de esta franquicia, aunque creo que he visto todas las películas. A la presente
le falta la emoción de la original y, por supuesto, el factor sorpresa. Ya
hemos visto tantos dinosaurios que no nos impactan por muy enormes y
sanguinarios que sean. También se ha hablado del machismo al retratar a la
chica corriendo con tacones por la selva, malhumorada porque antepone su
carrera profesional a ser esposa y madre, y que se oculta, temerosa, tras el
macho alfa, un Chris Pratt desaprovechado.
Lo bueno es que el parque
temático de la película me recordó la atracción del Universal Studios de Los
Ángeles. Como soy poco aficionada a montañas rusas y similares, al principio
descarté participar en ella, pero me fui animando al ver las enormes puertas
como las de la película. Con lo que me costó enfrentarme a mis temores, resulta
que se produjo un fallo en el funcionamiento y se cerró la atracción ese día.
Nos ofrecieron volver gratis al día siguiente, pero no pudo ser porque debíamos
continuar con el viaje.
1 comentario:
Eso mismo siento yo. Fue lo mismo dos decadas despues.
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