Sinopsis:
Ross Poldark regresa a Inglaterra después de luchar en la Revolución Americana. Su familia y amigos pensaban que estaba muerto. La mujer con que esperaba casarse está ahora comprometida con su primo. Su padre está muerto, y la propiedad que ha heredado ha empezado a deteriorarse. Son los finales de 1700 en Cornualles, Inglaterra.
Vaya por delante que no recuerdo apenas el original de los años 70; me sonaba algo conforme iba viéndolo, pero más bien poco. Como mis amigas anglófilas lo estaban esperando como agua de mayo, temía que me crucificaran si les decía que no me acababa de convencer. Al principio pensé que quizás sería demasiado pronto, pero tampoco me entusiasmó al final. El caso es que la historia no me enganchó. Aidan Turner (el enano Kili de la trilogía de El hobbit) es guapetón, eso salta a la vista, belleza que no compensa su inexpresividad.
Como producción de la BBC, la ambientación, el vestuario, etc., son notables, aunque esta vez se les coló un gazapo en una de las primeras imágenes promocionales de la serie, lo que provocó la burla de medios y espectadores. Se trata de un edificio de la época en el que se puede ver claramente lo que parece una alarma del siglo XXI. A raíz del consiguiente cachondeo en las redes, los responsables de la serie pudieron editar digitalmente el fallo a tiempo y la alarma no se vio en la serie.
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