Sinopsis:
El agente Ethan Burke, uno de los mejores agentes secretos de
Seattle, es trasladado al pueblo Wayward Pines para investigar la desaparición
de los agentes federales Kate Hewson y Bill Evans. Hewson era, además, socia de
Ethan y la conocía mejor que nadie, lo que casi provoca la ruptura del
matrimonio del agente.
Mientras lleva a cabo su
investigación, sufre un accidente de tráfico. Tras despertarse y recordar todo
lo ocurrido, descubre que su cartera, teléfono, identificación, entre otras
cosas, ha desaparecido. Después del accidente, Theresa, su esposa, recibe una
llamada en la que se le informa que su marido ha desaparecido y decide
sumergirse en su búsqueda junto al hijo de ambos, Ben.
En verano, que es cuando de más tiempo libre dispongo, es cuando menos series veo. Empecé las nuevas temporadas de Infieles y True Detective y las abandoné de puro aburrimiento, y haré lo mismo con Masters of sex como no mejoren. Menos mal que Hannibal está impresionante.
He empezado a ver series nuevas. Con poquísimas excepciones que ya comentaré, el resto también lo he abandonado, que es lo que debería haber hecho con esta.
La presencia de Matt Dillon me daba confianza para encarar el primer episodio:
un pueblo aparentemente idílico en el que pasaban cosas extrañas remitía al
referente de Twin Peaks. Parecía prometedor descubrir a qué se debía tanto
misterio. Pronto la trama comenzó a desvariar (no cuento cómo por si alguien
pica) y yo, en un ejercicio de masoquismo, seguía viéndola. Así he aguantado
todos los capítulos de esta primera y única temporada: estaba cantado que no
renovaría.
Si mi opinión os sirve de algo, pasad de esta serie si la veis anunciada en alguna cadena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario