Sinopsis:
La
historia se centra en una mujer de cuarenta años, con una hija y recientemente
divorciada llamada Liza (Foster) que decide hacerse pasar por una mujer
veinteañera con el fin de conseguir un trabajo como publicista. Después de
obtener un nuevo look y reformatear a conciencia su curriculum consigue el
puesto. Para poder mentir acerca de su edad tendrá la ayuda de su mejor
amiga Maggie.
He visto la primera temporada de esta comedia. Son capítulos de apenas unos 20 minutos. El punto de partida es un poco inverosímil, la verdad: que una mujer bien cuidada pueda parecer más joven a los 40 años, pase, pero de ahí a que los demás se crean que tiene 26 va un trecho largo.
Como ya planteaba la comedia Selfie, de nuevo encontramos la brecha generacional con los jóvenes, tan pendientes de su aceptación en las redes sociales.
No diré que sea imposible una
relación estable entre una cuarentañera y un joven de veintitantos (muy
mono Nico Tortorella, al que conocí como psicópata en The Following). Lo
que sí creo es que es difícil llegar a una entente de modos de pensar,
trabajar y disfrutar del ocio muy diferentes.
Una serie agradable que seguiré viendo si tiene una segunda temporada.
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