jueves, 17 de septiembre de 2015

Anacleto, agente secreto




Sinopsis:
Adolfo, un treintañero que trabaja de segurata, está pasando una mala racha. No sólo le deja su novia de toda la vida por ser un tipo sin ambición sino que, para colmo, se convierte en el objetivo de una serie de matones liderados por Vázquez, un peligroso criminal que acaba de escapar de la cárcel. Además descubre que su padre tiene una doble identidad. No es un payés dedicado a la producción de embutidos, como él ha creído toda la vida, sino que es Anacleto, un agente secreto en horas bajas y el hombre que encerró a Vázquez hace treinta años. Adolfo tendrá que abandonar su zona de confort y colaborar con su padre, la persona con la que peor se entiende del mundo, para sobrevivir a la venganza de Vázquez y, de paso, entre tiroteos y persecuciones, intentar recuperar a su novia.


Aprovechando que se me acaban los miércoles libres, la semana pasada nos dimos el homenaje de ir al cine.
Me apetecía ver esta película por una serie de razones. Porque el tráiler tenía muy buena pinta, el director me merece confianza (todos sus trabajos me han gustado), me he criado con los tebeos de Anacleto aunque no fuera mi favorito de la editorial Bruguera, y por la presencia de Imanol Arias.


La película tiene una factura impecable, "parece americana", se oía. Prueba de ello es la realización de las escenas de acción, más violentas de lo que cabía esperar, que no tienen nada que envidiar a producciones hollywoodienses. No obstante, Anacleto no es James Bond y mucho menos son iguales los medios con que cuenta, de un cutrerío muy patrio a causa de los recortes. El móvil de Anacleto es de los de tapita y antena extraíble, y los ordenadores y teléfonos de su oficina tienen al menos tres décadas. El aspecto de los villanos también es cutre con avaricia, lo que le identifica más con los tebeos. Menos mal que a Anacleto le han dejado su distintivo cigarrillo con la ceniza a medio caer y no se la han cambiado por una brizna de hierba como al pobre Lucky Luke. Ridiculeces por mor de la corrección política.
 

Aunque veo a Imanol muy mayor para no haber cumplido aún los 60 años, transmite tanta clase, solvencia y elegancia que salvaría la película él solo si hiciese falta, que no es el caso. Quim Gutiérrez es el nuevo zangolotino del cine español. Los secundarios están muy conseguidos también, como el desopilante Berto Romero, o el cameo de Andreu Buenafuente y José Corbacho. En cuanto a los escasos personajes femeninos, cierto es que su tratamiento es bastante machista. No se puede tener todo.
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En suma, que nos la pasamos pipa y repetiremos si se convierte en una franquicia, lo que no sería de extrañar. Porque Anacleto nunca falla.




1 comentario:

carolina dijo...

Aunque no siempre sean de mi agrado, me alegro de que las películas y series españolas triunfen y que nuestra industria audiovisual vaya saliendo adelante, porque los desafíos son muchos, los medios, pocos y el apoyo gubernamental, prácticamente ninguno.
Así que no importa si fuera poco más que un bodrio bien aderezado: ¡¡Viva Anacleto!!