Mr. Robot

Sinopsis: 

Elliot Anderson es un joven con problemas para las relaciones sociales que durante el día trabaja como técnico de seguridad de una importante empresa informática y por la noche es un desinteresado justiciero cibernético, que se verá envuelto en una oscura trama.

Esta ha sido otra de las series del verano. No me llamó la atención verla desde su estreno porque pensaba que, por  nombre, se trataba de relaciones entre robots y humanos. Al leer que no era así me planteé ver el primer episodio.

Lo primero que llama la atención es que es diferente a cualquier otra serie, por temática y sobre todo por enfoque y factura. Luego es inevitable que remita a El club de la lucha, con la que comparte ideología transgresora y protagonista paranoico. El de la serie se pasa la mayor parte del tiempo con cara de alelado, con los ojos abiertos de par en par, no sabemos si por su inteligencia o por efecto de las drogas. Es un acierto que tanto él como el resto del reparto sean desconocidos (al menos para mí) porque ayuda a entrar en la trama. Al único que conozco es a Christian Slater, lo que es un inconveniente ya que no me gustaba ni cuando estaba en su apogeo.

Respecto al argumento, me quedo en la estructura. Me pierdo con la palabrería de informáticos y hackers. A veces ni me molestaba en leer los subtítulos pues sabía que no me iba a enterar de nada. A pesar de todo, resultaba adictivo a la par que terrorífico comprobar cómo estamos fiscalizados por megacorporaciones que controlan nuestros datos, finanzas, aficiones y vicios. De ahí a Minority Report hay un paso. Para equilibrar la balanza en la medida de lo posible, también existen grupos de hackers a lo Lisbeth Salander como los de la serie que usan la red para limar injusticias.