lunes, 10 de diciembre de 2012

Un día de mi santo muy dulce



Muchísimas gracias, una vez más, por acordaros del día de mi santo. La verdad es que fue un día muy agradable. Ya por la mañana empezó el goteo de llamadas al fijo y al móvil y sms para felicitarme, que duró hasta bien entrada la noche. A mediodía fuimos a comer a casa de mi hermana al campo donde acudieron mi hermano y mi cuñada, mis sobrinos y sus respectivas señoras, y las dos princesitas, Luna y Lucía. Además, hacía una temperatura bastante buena.

Tras un suculento aperitivo y la paella de conejo especialidad de la casa, de postre tomamos dos tartas que Pedro se había empeñado en preparar y que le salieron deliciosas, una de chocolate negro un poco borracha (el bizcocho llevaba un toque de anís) y otra en forma de Papá Noel de mouse de chocolate, cómo no.

Esta semana toca régimen.


1 comentario:

Johnny dijo...

No sabía que Pedro tenía esas cualidades en tema de postres. Ojalá algún día pueda degustar un rico pastel de él.