martes, 19 de junio de 2012

Comida de fin de curso

 Aunque las clases lectivas no finalizan hasta mañana, el viernes pasado celebramos la comida de fin de curso que estuvo muy bien. Este año cambiamos de local para ayudar al chico que lleva el bar del centro social. Por 10 € no preparó un menú que constaba de tres platos de aperitivo: champiñones, patatas a la brava y calamar; un plato principal, a elegir entre merluza o ternera, con guarnición de ensalada y patatas fritas; de postre, tres opciones: flan, helado de chocolate o helado de limón; añádase un café y una bebida por persona. Yo no necesito más, no creo que nadie se quedara con hambre o disgustados; de ser así, tampoco me lo van a decir, eso seguro. Me alegró contar 33 comensales, de casi todos los grupos a los que doy clase. Incluso vino la concejala de educación, a sabiendas de que la “invitación” que pasé a ella y al alcalde no  sería tal pues tendrían que apoquinar como todos los demás, que la escuela no maneja cuartos ni para eso ni para nada.
 

Al final los 10 € subieron a 12,50, porque nos invitaron a mí y a la concejala entre todos y me hicieron un regalo. Como la confianza da asco, a su pregunta de qué quería, aproveché y les pedí la primera temporada de Spartacus: sangre y arena en DVD. Yo nunca me la habría comprado motu proprio y los cuarenta y tantos euros que vale repartidos entre una treintena tocaban a bien poco. A la hora del café llegó el alcalde y compartió sobremesa con nosotros. También me alegró que las notas de mis alumnos de graduado no han resultado muy mal: por desgracia, hubo quien no aprobó ninguna asignatura pero la mayoría se quitó unas cuantas de encima, y lo mejor es que uno de mis alumnos las aprobó todas (solo hubo tres que consiguieron la hazaña) y ya tiene su título.

2 comentarios:

Johnny dijo...

Muy merecida la comida y el obsequio, te mereces eso y mas.

Mari Pau dijo...

Molt bo el menjar i el regal que et vas demanar.