Sinopsis:
Situada en el centro de Inglaterra, la árida región de Vangmoor es un lugar extraño e inquietante, pero no para Stephen Whalby, que conocía palmo a palmo las características del terreno. Una de éstas, quizá la más peculiar, es una avenida de gigantescas piedras verticales llamadas foinmen, y precisamente allí Stephen encontró el cuerpo de una joven estrangulada. De inmediato comunicó su hallazgo a la policía, que le interrogó como principal sospechoso de un crimen que, por lo inusual en la región, conmocionó a los lugareños. Sin embargo, el asesinato de una segunda mujer desató el pánico y dio lugar a los peores presagios: ¿un maníaco homicida se había instalado en los alrededores? ¿Acaso Vangmoor estaba destinada a convertirse en escenario de una carnicería? …
No recuerdo si he leído algo más de Ruth Rendell. Sabiendo que es una de las damas del género negro, quise conocer alguna novela suya. Por eso compré una revista que llevaba como regalo este libro. A propósito, la portada del mío, que tiene poco que ver con la que ilustra la entrada, no la he encontrado por la red.
Casi tanto como el señor del título, el protagonista es el páramo. Confieso que esos lugares naturales de presencia lúgubre y opresiva me producen bastante fatiga, por lo que a veces me saltaba las prolijas descripciones.
No me extraña que muchas novelas negras se ambienten en lugares inhóspitos, propicios quizás para los desvaríos mentales y el despertar de instintos asesinos. O quizás solo sean prejuicios míos. Lo cierto es que me cuesta comprender el comportamiento de algunos personajes, aunque tampoco me distancié tanto cuando adiviné quién es el que da título a la novela.
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