miércoles, 18 de junio de 2008

De cuchipanda campestre




El pasado domingo tuvimos cuchipanda en la casa de campo de mi hermana, invitados por su cuñada Isabel que celebraba su cumpleaños. Si os preguntáis qué pinto yo en el cumple de la cuñada de mi hermana es porque no la conocéis. Es una más de la familia, junto a sus cuatro hijos, y ya sabéis cómo es mi familia a la hora de juntarse y organizar saraos preferiblemente con comilona de por medio. El que quedó alucinado es Rafael, el novio de Isabel (ambos son viudos) pues tampoco está acostumbrado a las movidas de los Beneyto. Y claro, ver a veintitantos invitados de todas las edades, desde las escasas semanas de Luna hasta los 82 tacos de mi madre, pasándoselo bien, colaborando en la preparación de la mesa y de la comida, asando las chuletas o poniéndose perdidos tratando de escanciar sidra a la manera asturiana, era una especie de circo para él. El hombre estaba encantado, incluso pronunció un pequeño discurso y pidió un minuto de silencio por los miembros de la familia que ya no estaban entre nosotros. Aparte de eso, se pasó horas y horas queriendo embutirnos de las toneladas de comida que trajo. ¡Cómo estaría mi alma que ni siquiera probé el helado! Eso sí, la tarta no la perdoné. Huelga decir que no cené, me limité al descafeinado con leche que tomé con mis amigas cuando salí por la tarde. En resumidas cuentas, que me la pasé chachi.

3 comentarios:

Jesús dijo...

Pues me parece que sí que conozco a la cuñada de tu hermana. Recuerdo que una de las veces que estuve en Agost acabamos en el cementerio, puede que fuera cerca del Día de los Santos. Y allí coincidimos con tu hermana y su cuñada.

ana dijo...

Pues yo no la conozco, pero ganas que me dan... con tal de ir de cuchipanda.

Unknown dijo...

Yo he coincidido con la cuñada de tu hermana varias veces en el dia de tu santo y es muy simpatica.Quien fuera familia de los Beneito para ir a las cuchipandas.