viernes, 17 de octubre de 2008

Concierto de Bryan Adams


Por fin acabo de contaros la jornada en el Village de la Volvo Ocean Race. Si fuimos en la fecha concreta del 4 de octubre fue porque esa noche Bryan Adams, uno de mis cantantes favoritos de todos los tiempos, daba un concierto. Hacía semanas que sabía de la celebración de tal evento pero la omnipresente crisis me hizo desistir de la idea, más sabiendo que a Pedro no le gustaba. Sin embargo, la víspera no dejaba de pensar en ello, en que difícil sería que se repitiese la posibilidad de volver a disfrutar de uno de sus conciertos tan cerca. Ya lo había visto en la Plaza de Toros de Alicante en febrero de 2003 adonde Pedro me llevó como regalo de San Valentín. Él se aburrió como una ostra pero a mí me hizo subir al Heaven, como el título de un tema del canadiense. Con ese recuerdo, le comenté a Pedro la ilusión que me haría repetir y me animó a que comprara la entrada, eso sí, sólo para mí pues a él no le haría provecho.


Era la pista que daba el canadiense para dejar claro que venía a tocar lo que sus seguidores quieren y echan en falta, el Adams más rockero, enérgico y vibrante, a la vez que profundo romántico, de los años ochenta y noventa. Aún en solitario, en el centro de la pista interpretó una de sus baladas más conocidas, Please forgive me, también de los noventa, y ya con el público en el bolsillo se dirigió al escenario cantando The best of me.


Me faltan palabras para describir lo bien que me lo pasé. El sonido era impecable; el ambiente, estupendo: la inmensa mayoría de los 2000 espectadores pasábamos de la treintena larga y nos sabíamos sus canciones casi de pe a pa, cosa que sorprendió agradablemente al cantante, que en todo momento supo crear un clima de buen rollito sin apenas chapurrear español. Además, qué caray, el hombre está de lo más apetecible, con sus vaqueros y su camiseta negra. Una noche para recordar, como el propio Bryan Adams reconoció para despedirse.
A las 22.00 de este sábado se apagaron las luces, y esperamos con la emoción contenida a que Bryan Adams sorprendiera apareciendo en el medio de la pista, solo, con su guitarra acústica y su gran éxito de los noventa, Can't stop this thing we started, que arrancó el canto unánime del público.
Fue una noche de recuerdos, de grandes clásicos y sorprendentes viejas glorias del modesto rockero que ha vendido ya más de diez millones de copias. Hearts on fire o Take me back fueron un claro ejemplo, como Somebody, donde el guitarrista Keith Scott (apabullante) improvisó unos versos de rap.
No faltaron los clásicos de siempre, Summer of '69, Everyhing I do, Run to you, Cuts like a knife o Heaven, además de la celebrada Have you ever really loved a woman, escrita para la película Don Juan de Marco y que en su momento interpretó con el guitarrista de flamenco Paco de Lucía. Yo tenía miedo de que enfocara el repertorio en torno a su nuevo disco, 11, su último trabajo de estudio, que apenas conozco, pero no, sólo tocó una par de temas de él y se dedicó a los éxitos que jalonan su carrera.


Me sorprendió un Adams entregadísimo, con su característica voz ronca más potente que nunca, y sus casi 49 años demostraron más la voluntad y experiencia de un rockero que echa en falta su grande época, que la acomodación de una vieja gloria que puede vivir de renta.
La conexión del rockero canadiense con su público ha sido siempre uno de sus puntos fuertes, y a base de comentarios irónicos, caretas simpáticas y gestos de profundo agradecimiento encandiló a la audiencia alicantina, que cantamos a una sola voz Let's make a night to remember (me puso los pelos de punta) y All for love, todo el público teléfono móvil en mano.
Era la segunda tanda de bises y nos quedamos con ganas de más Bryan Adams y de más rock, que juntos llevan recuerdo de los mejores años ochenta y noventa.
Los vídeos son de youtube y pertenecen a esa noche. Lo que no sé si el sonido es aceptable. Las fotos son de diversos diarios.

3 comentarios:

Sonia dijo...

Se oyen perfectamente.

Pues yo pensaba que el concierto era gratis, como me dijeron que era en el puerto para celebrar que empezaba la Volvo pensé que era por cuenta del ayuntamiento.

maria esther dijo...

Yo tambien pensaba que era gratis.

Mari Pau dijo...

A mi también me gusta Adams