Star Trek: En la oscuridad

Sinopsis:
Cuando a la tripulación de la nave Enterprise le ordenan que regrese a casa, descubren una imparable y terrorífica fuerza que, desde dentro de su organización, ha hecho saltar por los aires la flota y todo lo que esta representa, sumiendo al mundo en una profunda crisis. Con un asunto personal que resolver, el capitán Kirk encabeza una incursión a un planeta en guerra para capturar a un hombre que es un arma de destrucción masiva. A medida que nuestros héroes se van sumergiendo en una épica partida de ajedrez a vida o muerte, el amor se verá puesto a prueba, las amistades se romperán, y habrá que hacer ciertos sacrificios por la única familia que le queda a Kirk: su tripulación.

A pesar de que he visto todas las películas de la saga (Pedro las tiene en DVD), no me considero trekkie en lo más mínimo. He de admitir, no obstante, que la anterior a esta me entretuvo y por eso me animé a gastar en la continuación dos entradas que me habían tocado en un concurso.

Cierto es que se pierde el factor sorpresa porque ya conocemos a las nuevas encarnaciones de los viejos personajes de la Enterprise (que me sigue pareciendo un gigantesco cortapizza de diseño), pero ahora tenemos ocasión de profundizar en ellos y en sus relaciones. Qué remonos son casi todos los tripulantes. Aunque el que está grandioso es el antagonista, interpretado por el enorme Benedict Cumberbatch, que da dimensión shakespeariana a cualquier personaje que pasa por su extraño y fascinante físico.

La peli es entretenida y, a pesar del diluvio de efectos especiales, no se me hizo pesada en ningún momento. Cine de evasión para una tarde de verano. Eso sí, la próxima vez me llevo abrigo, bufanda, guantes y botas. ¿Por qué ponen el aire acondicionado tan fuerte?