¡Feliz Halloween a todos!
A lo que quizás responderéis: ¿Y a mí qué más me da esa fiesta pagana yanqui? Pues yo pensaba que nada, pero los tentáculos de la globalización son omnipotentes y llegan hasta este rinconcito del mundo llamado Agost.
Aunque no vivamos en Cincinnati, a tenor de los dos años pasados, se ha extendido la moda. Por si se acercan a mi casa los críos esta noche dando guerra, tengo un plato de caramelos preparado por si las mosquis, caramelos que seguro después tirarán por ahí sin comérselos, pero eso ya no es cosa mía.
Os dejo con el significado y los orígenes de la celebración:
Halloween es una fiesta proveniente de la cultura céltica que se celebra principalmente en Estados Unidos en la noche del 31 de octubre. Los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase "truco o trato" o "dulce o truco" (proveniente de la expresión inglesa trick or treat). Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.
La palabra Halloween es una derivación de la expresión inglesa All Hallow's Eve (Víspera del Día de los Santos). Se celebraba en los países anglosajones, principalmente en Canadá, Estados Unidos, Irlanda y el Reino Unido. Pero actualmente se celebra en casi todos los países occidentales con mayor o menor presencia.
Sus orígenes se remontan a los celtas y la fiesta fue exportada a los Estados Unidos por emigrantes sobre todo irlandeses en el siglo XIX, más o menos hacia 1846. La fuerza expansiva de la cultura de EE. UU. ha hecho que Halloween se haya popularizado también en otros países.
La historia del Halloween se remonta a hace más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, precisamente el día 31 de octubre de nuestro calendario. El ganado era llevado de los prados a los establos para el invierno. Ese último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para evitarlo, los poblados celtas ensuciaban las casas y las "decoraban" con huesos, calaveras y demás cosas desagradables, de forma que los muertos pasaran de largo asustados. De ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual víspera de todos los santos y también los disfraces.
6 comentarios:
No pierdes oportunidad para adornar el blog con tu Wenty, eh?
Nada de Halloween, hoy lo que se celebra de toda la vida es el cumpleaños de mi prima Nati! No la felicito desde aquí ni le dedico un artículo porque es joven pero antigua y vive al margen de las nuevas tecnologías.
Que le vamos a hacer, Conchi, se ha extendido esta americanada. Si van a tu casa niños pidiendo caramelos has hecho bien en tenerlos preparados porque no vas a no darles nada.
¡Cuanta tontería! Perdón, pero es que me resisto a esta fiesta.
Ya estoy de vuelta, cansada y con energía renovada.
Sonia, felicita a Nati de mi parte. También es el cumpleaños de mi amiga madrileña Ana Mª.
A la otra Ana, nos alegramos de tenerla de vuelta y esperamos el relato de sus vacaciones. Por cierto, ¿has ligado?
¿Truco o trato?
Pues yo no me resisto para nada a esa fiesta,que me gusta mas que la tradicional celebracion de todos los santos.
Yo a mis seres queridos que ya no estan entre nosotros los recuerdo siempre y los llevo en mi corazon.No necesito un dia señalado para recordarlos.
Y yo no rechazo las cosas porque vengan de USA.
Ojala en mi infancia hubiera existido esta fiesta.
Publicar un comentario