viernes, 27 de marzo de 2009

Camino


Sinopsis:

Pamplona, junio de 2001. Camino, una preciosa y dulce niña de once años, vive sus últimos momentos en la habitación de un hospital. Rodeada de familiares, amigos, sacerdotes y un número inusitado de personal clínico, da a todos un casi sobrenatural ejemplo de muerte serena y feliz. En una atmósfera de santidad y cuando parece que la muerte es ya inevitable, ocurre algo extraordinario en la habitación.

Inspirada en hechos reales, Camino es una aventura emocional en torno a una extraordinaria niña de once años que se enfrenta al mismo tiempo a dos acontecimientos que son completamente nuevos para ella: enamorarse y morir. Camino es, sobre todo, una luz brillante capaz de atravesar todas y cada una de las tenebrosas puertas que se van cerrando ante ella y que pretenden inútilmente sumir en la oscuridad su deseo de vivir, amar y sentirse definitivamente feliz.

Las tres últimas películas que he visto están directamente relacionadas con la religión en uno u otro aspecto. Primero la tan premiada Camino que es, ante todo, un relato acerca del amor. La historia de una niña que se enamora y que, a pesar de las fatalidades a las que se enfrenta, no pierde la esperanza e inocencia propias de su edad. A lo largo de la cinta asistimos a una gran declaración de amor; amores distintos según quien sea el destinatario, pero un amor puro al fin y al cabo: el que profesa la orden del Opus Dei y la madre a Dios, el enamoramiento infantil de los niños, el de unos padres hacia su hija, el de una hermana que se encuentra perdida y confusa…

Película demoledora, que me dejó sin respiración y tocada anímicamente. No pasé un buen rato con ella porque tengo que reconocer que me deje envolver por la historia y estuve de muy mala leche casi todo el tiempo que no pasé llorando, que fue bastante.


Empecé a verla con cierto recelo, con temor a que ofendiera mis creencias católicas. No fue así en ningún momento. No se mete con la fe católica del ciudadano de a pie sino que es más bien "un alegato en contra de la manipulación religiosa, sobre todo en la niñez y adolescencia, pero sobre todo contra los fundamentalismos, que en mi opinión son reprobables, sean en religión, en política, en aficiones o en cualquier campo. Quizás algunos altos jerarcas de la iglesia piensen que mi catolicismo es de chichinabo, que adecuar los preceptos religiosos a cada uno para crear una religión a medida no es de ser buen católico. Pues lo siento, no me van a hacer cambiar de opinión, menos aún el actual papa que desbarra con esas vergonzosas declaraciones sobre lo perjudicial del preservativo para el sida. ¿No se dan cuenta que de seguir así, sin modernizarse, se van a quedar sin feligreses?

2 comentarios:

Juanfra dijo...

Muchas personas, como compañeras de trabajo, que hemos comentado esta película coinciden contigo en lo mal que lo han pasado visionándola.

ana dijo...

Yo no la veré, no tengo ganas de sufrir. Con los comentarios me es suficiente.