Aparte de gran humorista, se nota que Santi Rodríguez es una buena persona, siempre implicado en actos benéficos para los más desfavorecidos, sobre todo los discapacitados. Prueba de su buen carácter es que, al término de la función, sale a saludar a los espectadores para agradecerles su atención y el previo desembolso.
No hizo falta que me esperase al final pues lo vimos al llegar con tiempo. Estaba fumando a la puerta de la salida de artistas. Me presenté como seguidora suya en el Twitter, me dio dos besos, a Pedro la mano y accedió amabilísimamente a posar para la foto. En resumen, una noche redonda.
1 comentario:
La sencillez es de estrellas verdaderas. Que bien por él y que mejor para ti, que te sigues codeando con artistas :)
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