Cada vez me reafirmo más en que la sirvergonzonería forma parte de nuestro ADN español. Carolina os mencionó una anécdota que le conté y voy a compartirla con vosotros.
El lunes tuve la visita de un representante de una agencia de viajes. Le conté que, siendo un programa municipal, no disponíamos de fondos para organizar excursiones pero me brindé a presentarle a la señora de la Asociación de Amas de Casa que lleva el tema. La llamé y acudió. El comercial expuso sus servicios y mantuvimos una agradable charla.
Como a todos, la crisis también afecta a su sector y, según dijo, han tenido que rebajar los márgenes de beneficio. Para defender su honradez y poner al descubierto ciertas prácticas poco éticas de otras agencias de viaje, nos comentó el siguiente caso:
En cierta Asociación de Mayores de la ciudad de Alicante adonde fue a ofrecerles sus viajes, tras exponer itinerarios y precios, el representante de la tercera edad tuvo la desfachatez de preguntar qué beneficios obtendría él de cada viaje contratado. Ante la estupefacción del comercial, el anciano explicó que con la otra agencia que trabajaba se llevaba 10 € por pasajero más tres pasajes gratuitos. El representante arguyó que sus márgenes no daban para eso porque incluso tendría que poner dinero de su propio bolsillo. A lo que el señor contestó: “Eso se arregla subiendo los precios”. El de la agencia nos dijo que se negó a tal abuso, pero parece ser que es una práctica generalizada.
Es decir, si un abuelo estafa a sus coetáneos, sabiendo que sus magras espaldas cargan con gran parte del peso de la situación de crisis actual, ¿qué no pasará en el resto de la sociedad?
4 comentarios:
Solemos dar por hecho que los abuelos son un derroche de virtudes móvil y viviente, algunos no tienen desperdicio con tal de arañar unos euros son capaces de todo lo que se te pase por la imaginación en una noche inspirada. Yo conozco a alguno con el que tuve el " gusto " de trabajar varios años que me hizo más de una jugarreta digna de cualquier político de los que tan a gusto despachamos aquí. No parece que teman el infierno, será porque pensarán que más calor que aquí, en Sevilla, no van a pasar.
No solo sucede allá, también aquí sufrimos de ese mal por desgracia.
Hay excepciones, pero pasa con demasiada frecuencia. Y cuanto mayor es el poder... Mayor la sisa.
Se lleva en el ADN, por eso se vota a quién se vota, con el ánimo de poder sacar algo y aprovecharse del último pringado, qué mentalidad.
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