Thor: El mundo oscuro

Sinopsis:
Thor lucha por restablecer el orden en todo el cosmos… pero una antigua raza liderada por el vengativo Malekith regresa para volver a sumir al universo en la oscuridad. Thor se enfrenta a un enemigo al que ni siquiera Odín y Asgard pueden hacer frente, y deberá embarcarse en su viaje más peligroso a la vez que personal. En este viaje se reunirá con Jane Foster y le obligará a sacrificarlo todo para salvar el mundo. 

El fin de semana fuimos a nuestro cine de cabecera, el de La Esperanza, a ver esta nueva entrega de Thor. Antes de empezar, ya disfruté con los tráileres de X-Men: Días del futuro pasado y ese Lobezno que me encanta, y también, por qué no, con el del nuevo episodio del Capitán América.

Esta saga de los Vengadores me está gustando más de lo que a priori podría haber imaginado. Creo que me devuelve a la infancia y eso que mi consumo de cómics se limitaba a los de producción patria, no a los de superhéroes. Aquí, aparte de aventuras y, aunque parezca mentira, cierto sabor shakespeariano, hay muchos toques de humor. Chris Hemsworth enseña cuerpazo para levantar un suspiro unánime entre las féminas del cine. Con ese físico de dios asgardiano y esos brazos como columnas salomónicas, no me extraña que Elsa Pataky lo prefiriera al tirillas desgarbado de Adrien Brody. Menuda diferencia de material genético a la hora de buscar un padre para su hija. Para que luego digan que las rubias son tontas.

El gran Tom Hiddleston se vale de su acerada mirada azul y su dentadura perfecta para encarnar a un Loki que se come la pantalla. Y qué risas con Stellan Skasrsgård, el papá de Alexander y su manía (real) de desnudarse. Además del cameo de otro Vengador, no podía faltar la brevísima aparición estelar de Stan Lee, el capo de la Marvel, al que reconocemos los un poco frikis de la saga.

Lo dicho, que me divertí un montón. Como diría Mari Pau: Claude Chabrol, no me esperes.