Sinopsis:
Para un reality show sobre la gente que trabaja mientras el resto del mundo duerme, la reportera Ángela Vidal y su cámara, Scott reciben la misión de cubrir el turno de noche de un destacamento de bomberos de Los Ángeles. Después de unas horas sin incidentes, una llamada de socorro al 911 en plena madrugada les lleva a un bloque de pisos del centro de la ciudad. La policía ya ha llegado al lugar en respuesta a unos gritos desgarradores que procedían de la tercera planta. Entusiasmada por el impacto mediático de la escena, Ángela y Scott deciden grabarlo todo.
Al entrar en el edificio para investigar, se encuentran con una señora en camisón, de pie y quieta en medio de la oscuridad. Va cubierta de sangre y respira errática y ruidosamente. Parece enferma. Cuando un policía se le acerca para prestarle ayuda, la mujer ataca repentinamente… a mordiscos. El grupo logra reducir a la mujer y trata de pedir ayuda para el agente herido. Sin embargo, al intentar salir del edificio, se encuentran con que los cuerpos especiales de seguridad han acordonado el bloque y lo han declarado en cuarentena. Todas las salidas están precintadas y custodiadas por hombres armados. Los accesos telefónicos, de internet, de televisión y de móviles están cortados y nadie da ninguna explicación sobre lo que está sucediendo. Todos los vecinos bajan por la escalera tomados por el pánico. Los inquilinos se ven forzados a ayudarse entre ellos.
Entonces se oye otro grito que procede de más arriba. Un cuerpo cae por el hueco de la escalera del tercer piso hasta el vestíbulo, donde todos estaban reunidos. Y los ataques se reanudan... Cuando finalmente se levanta la cuarentena, la única evidencia de lo ocurrido es la cinta grabada por el cámara. Vean la cinta y comprueben la terrorífica historia de los que quedaron encerrados en cuarentena.
¡Y dale con dejar los títulos en inglés! He visto esta peli que me prestaron bajada de internet. Nunca en mi sano juicio se me ocurriría gastarme los cuartos alquilándola, mucho menos viéndola en el cine. Y es que no comulgo con las pelis de terror, porque mi vena masoca no es tan potente como para pagar por sufrir. Sólo las soporto en casa, a plena luz del día y en contados casos.
Basada en la española (Rec), quienes han visto las dos versiones dicen que la americana es un calco de la original. No puedo opinar porque no es mi caso. Si es así, me alegra pues corrobora la afirmación de que en España ha talento cinematográfico hasta para exportar. Lo cierto es que da canguelo. Es destacable el juego de cámaras y luces así como el del equipo de filmación que se hace indispensable para llegar al final de la misma. Un aplauso para Sony así como para Duracell porque las baterías debían de ser de esa marca para durar tanto.
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