domingo, 19 de agosto de 2018

Altea en el recuerdo




Cuando comenté la excursión a Altea, mencioné la vez que estuve allí en la primera visita de nuestro amigo José Ángel. Ni siquiera recordaba el año. Ahora puedo decir la fecha exacta: 7 de diciembre de 1997. ¿Que cómo lo sé con certeza? Consultando mi diario de la época. Os copio lo que entonces escribí:

El sábado por la tarde llegó, desafiando al frío, la nieve y los atascos de tráfico, mi amigo José Ángel procedente de Zamora. Ese día nos quedamos en Agost, le enseñé el pueblo y charlamos y charlamos hasta las tantas. 

El domingo fuimos en su coche, acompañados de mi amiga Mari Pau, a Benidorm donde nos esperaba mi amiga Ana que vive allí. Lucía un sol espléndido. Bastantes personas en bañador tomando el sol en la playa e incluso unos cuantos guiris locos se estaban bañando. Paseando a lo largo del paseo marítimo debía de estar concentrada la mitad de la tercera edad de España. Subimos a un mirador desde donde se divisa una vista muy bonita de las playas. 

Tras descansar tomando algo, nos encaminamos a Altea que está a pocos kilómetros. Es un pueblo precioso, muy bien cuidado, sin la masificación ni la horterización de Benidorm. Comimos en el casco antiguo, junto a la iglesia que sirve de símbolo al pueblo. A media tarde llegamos a Alicante. Obligado paseo por la Explanada, con el aliciente añadido de la más deliciosa tarta de chocolate que jamás haya comido en la Chocolatería Valor, copa en el Puerto y de vuelta a Agost. Por supuesto, mi madre medio histérica de nuestra tardanza. ¿Cuándo se acostumbrará? 

El lunes por la mañana José Ángel pasó por casa para felicitarme por mi santo y a continuación se marchó, no sin antes asegurarme que se lo había pasado de maravilla.



1 comentario:

José Ángel dijo...

Guardo un muy bonito recuerdo de aquellos días que pasé en vuestra compañía.
Muchos besos para todas.
😙😙😙