Si
me habéis echado de menos (¡ojalá!), mi ausencia del blog se debe a que
he estado de viaje. Aunque hace días que regresé, el cansancio y el
calor no me han animado precisamente a acercarme al ordenador.
Como veis en las fotos, el destino elegido fue Pamplona. Con el buen recuerdo del fresco de Asturias del año pasado, emprendimos camino al norte para huir de las altas temperaturas alicantinas. En vano, porque hemos pasado tanto o más calor que aquí.
Hasta la capital navarra fuimos el lunes 23 de julio con nuestra furgoneta a reunirnos con un grupo de compañeros con discapacidad, unas personas maravillosas con quiénes no tardamos en trabar amistad.
Poco después de comer, comenzó el tute que continuaría toda la semana: la visita guiada a Pamplona bajo un sol de justicia por los lugares más emblemáticos de la ciudad, mundialmente conocida por sus encierros. De ellos nos habló en primera persona Mikel, un veterano corredor. Sin ser un tema que me interese, reconozco que la pasión y el entusiasmo con que lo describió me lo hicieron más apasionante.
Continuará...
3 comentarios:
Ha sido muy guapo ver esta experiencia.
Me gusta como describes el viaje. Un abrazo
La foto de la capital navarra me recuerda un chupinazo y con más gente que en la guerra y todos vestidos de blanco y algo rojo ¿Serán sevillistas?
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