Sinopsis:
Barcelona, siglo XIV. Bajo la Corona de Aragón, la
ciudad condal se encuentra en su momento de mayor prosperidad y los habitantes
del humilde barrio de pescadores de la Ribera deciden construir, con el dinero
de unos y el esfuerzo de otros, el mayor templo mariano jamás conocido: la
catedral Santa María del Mar. Mientras se construye el edificio, Arnau Estanyol
va creciendo y descubriendo Barcelona.
Leí la novela en la que se basa la serie hace tiempo, poco después de su publicación. Reconozco que, dada mi memoria de pez, apenas recordaba nada conforme transcurrían los episodios, a excepción de escenas puntuales como la del niño que habla con su madre presa a través del ventanuco de la celda. Con todo esto quiero decir que no puedo opinar sobre si la adaptación es correcta o si se han quedado aspectos sin salir, que es lo más frecuente en el paso de un libro a la pantalla.
Me centraré, pues, en la serie. Aunque en líneas generales me ha convencido, también ha habido momentos en que se me hacía pesada, la verdad. La casi monocromía, por mor de la verosimilitud, tampoco ayudaba. Para compensar, el elenco actoral está bastante conseguido: Aitor Luna se defiende en un personaje que abarca varias décadas de edad, y está apoyado por compañeros de la talla de Ginés García Millán, Josep María Pou, o Michelle Jenner, entre otros.
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