jueves, 6 de septiembre de 2007

Quart



No sé si veríais anoche en Antena 3 el estreno de la serie Quart o seríais de los mayoritarios que sintonizaron la nueva de Telecinco o la enésima reposición de El Bar Coyote.


Yo aposté por Quart. Primero porque es la adaptación televisiva de la conocida novela de suspense de Arturo Pérez-Reverte La piel del tambor. Además, ha sido rodada en formato cinematográfico y en exteriores reales.

Un protagonista atractivo y carismático, la intriga generada por las historias de misterio y un amor prohibido son los principales ingredientes de Quart, todo ello potenciado con los enigmas vinculados a la historia y a la religión que tan de moda están.

Por último, pero no menos importante, porque la serie está protagonizada por ese pedazo de hombre llamado Roberto Enríquez que me cautivó desde que lo vi en El alquimista impaciente. ¡Ay, esa escena donde aparece con el torso desnudo sudoroso castigándose con ejercicios físicos para combatir la tentación de la carne!

Por cierto, esa carne, más bien escasa, pertenece a Ana Álvarez, actriz que me hace poca gracia y con quien forma una pareja sin la menor química a mi juicio.

Aunque la serie no resulta tan redonda como cabría esperar, le doy mi voto de confianza. Esperemos que Antena 3 no la relegue a las madrugadas como suele hacer con lo que no lidera la audiencia.

4 comentarios:

Mari Pau dijo...

Conchi, no la vaig veure perquè no ho sabia però ja saps que soc fan de Perez Reverte. A Quina hora la fan?

Conchi dijo...

La fan a les 22:00. Són capítols independents amb un lligam d'unió: combatre la secta "Iter ad Deum" de membres de la pròpia Església.

carolina dijo...

Yo la vi un poco, y no está del todo mal, aunque me parece floja de trama. Espero que en los siguientes capítulos haya amenazas más consistentes que una minoritaria secta ultraortodoxa y objetos más sugerentes que una simple cruz milagrera. A mí que me den conjuras tramadas durante siiiglos, pergaminos codificados ocultando secretos místicos y esotéricos que no deben salir a la luz, bien sea por el bien de la Humanidad o por el mero interés político de la Iglesia, villanos elegantes y tremendamente malvados, hermosas mujeres que induzcan a la tentación al protagonista ... Por cierto, aunque no soy hermosa, me apunto a lo de inducirle a la tentación. Padre, confieso que he pecado de pensamiento, palabra, obra (si usté se deja) y espero no pecar de omisión... Las flexiones no le van a servir de nada, pero siga, siga...
Desde luego, en mi pueblo no tenemos un cura así.

Conchi dijo...

Un día te hablaré del cura de mi pueblo, Carolina, pero no a través de estas páginas.