Anoche, después de cenar, tuvo lugar el tradicional
desfile de cabezudos. Para disgusto de Luna, que les tiene miedo. Con tal de quitárselo,
su padre se disfrazó de uno de ellos, el parecido a Mickey Mouse. Aun así, la
niña no estaba muy convencida.
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1 comentario:
Entre las piezas que me obsequió el padre de Conchi en mi primera visita a Agost está una de esas piezas que les pones agua y luego al soplar hacen un sonido. Desde aquí mi participación soplando para estar a lo lejos en esta celebración.
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