jueves, 4 de mayo de 2017
Diccionario alicantino
Por su historia, movimientos de población, convivencia de dos lenguas y contactos con las regiones limítrofes, en la provincia hay decenas de palabras propias o compartidas con otras zonas pero desconocidas en gran parte del país. E incluso en el pueblo de al lado.
¿Saben ustedes que la palabra peúco no existe? Ni espolsar ni mañaco... Al menos en los diccionarios ortodoxos, porque en la provincia son de uso habitual como tantos otros términos y expresiones normales del habla alicantina, resultado de un conglomerado de influencias históricas y lingüísticas.
En Alicante hay municipios y comarcas de predominio lingüístico valenciano y otras castellano en función de su historia. La zona de predominio lingüístico castellano abarca a municipios que, o bien fueron repoblados tras la Reconquista por aragoneses, o bien por castellanos en el siglo XVII tras la expulsión de los moriscos y la Peste Negra, como la Vega Baja. También hay localidades que formaban parte de Castilla hasta los reajustes realizados a la división provincial de 1833, por los que municipios como Villena y Sax fueron segregados de las provincias de Albacete y asignados a Alicante. ¿Cómo va a ser extraño que una parte hable castellano, otra valenciano y que haya una mezcla de términos entre ambas lenguas y entre otras zonas colindantes?
La repoblación de diferentes pueblos tras la reconquista desde tierras valencianas, aragonesas, murcianas y manchegas ha propiciado una mezcla de lenguas que ha generado términos incomprensibles en otras zonas del país. No hay más que pedir un bombón tras la comida en Ávila para acabar con un dulce de chocolate en el plato, o pedir carlotas en una frutería de Madrid para que te miren con cara de incomprensión.
Si a un vecino de la ciudad de Alicante le preguntan por una palabra propia, muchos se referirán a achavo, una interjección que se usa para comentar algo que suscita algún tipo de emoción, satisfacción o disgusto. Los niños en Alicante no van a caballito, sino a cosqueletas, llevan peúcos, comen patatíbiris o papas de bolsa y se toman la mona en Pascua.
Muchos de los términos utilizados en Alicante son también propios de otras zonas de España. Así, palabras habituales como camal o coca se utilizan en Aragón, donde también se enrobina el metal, uno se da capuzones en el agua y se acacha para coger algo, un término admitido en el DRAE propio de la España oriental.
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1 comentario:
Está muy bien el texto y el listado de palabras. Lo cierto es que cada vez se pierden más, aunque también nacen otras nuevas. Se supone que el lenguaje es algo vivo que evoluciona con nosotros, pero a mí no me gusta que eso suponga desechar cosas valiosas o bonitas para hacer sitio a otras. Creo que en alguna parte se tiene que conservar al menos la memoria de lo que un día fue.
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