Internet está lleno de memes sobre el ridículo de España en el festival de Eurovisión. Mi previsión era más optimista: contaba en que quedaría entre los cinco últimos. Acerté, pues fue el menos votado. Allí fue donde por primera vez oí la canción entera. Me temo que RTVE se olía el fiasco pues apenas la promocionó. Se avergonzarían de ella desde el momento de la elección cuando se alzaron tantas voces con la acusación de tongo. La canción era tan insustancial como la mayoría. La escenografía surfera tampoco ayudó. Para colmo, el gallo que soltó Manel Navarro al final de la actuación la acabó de pifiar.
La sorpresa fue la canción ganadora que dio a Portugal su primera victoria en el festival. Por una vez no fueron decisivos los chanchullos políticos, y triunfaron la originalidad y la sensibilidad. Le veía mala cara a Salvador Sobral, el intérprete lisboeta, y es que he leído que padece una insuficiencia cardíaca. Que se mejore, que parece un chico muy majo.
1 comentario:
Creo que lo que le ha pasado al chico español es una muestra del dicho "lo que empieza mal, termina mal" Y conste que lo siento mucho por él, porque lo que ha pasado no es plato de gusto para nadie.
La canción ganadora me parece bonita, muy portuguesa y muy poco festivalera. O sea, bien.
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