Ambientada en Segovia, narra la historia de María y Susana, dos adolescentes de 17 años que se encuentran en el campamento de verano cristiano "La brújula", al que van desde pequeñas. Ambas sienten pasión por el reggaeton y el electro-latino, pero las apariciones de Dios a María comenzarán a cambiar sus vidas...
San Agustín decía que quien canta reza dos veces. Esta cita me ha venido a la memoria al ver esta película, donde un Dios bastante carrocilla se manifiesta cantando por Whitney Houston y se comunica con sus monjitas si le cantan, aunque sea electrolatino.
Es una aproximación muy diferente a la religión y en especial a la vocación religiosa. Por muy transgresora que suene, no me parece que falta al respeto, no me he sentido ofendida como católica en absoluto.
El reparto femenino es de lo más acertado, desde las jóvenes Macarena García y Anna Castillo, hasta las veteranas Gracia Olayo y Belén Cuesta. No son las mejores cantantes del mundo pero defienden la papeleta más que dignamente.
Los directores, Javier Ambrossi y Javier Calvo, que tan de moda están por Operación Triunfo (aviso que no he seguido esta edición), han sido premiados en los premios Feroz. La película opta a varios Goya también. Ya os diré si los consigue.
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