viernes, 16 de febrero de 2018

McMafia



Sinopsis:
Alex Godman, el hijo criado a la inglesa de exiliados de la mafia rusa, ha pasado su vida tratando de escapar de la sombra de su pasado, construyendo su propio negocio legítimo y forjando una vida con su novia Rebecca. Pero cuando un asesinato provoca que el pasado de su familia vuelva para amenazarlos, Alex se ve arrastrado al inframundo criminal y debe confrontar sus valores para proteger a quienes ama.

Con ocho episodios la BBC ha llevado a la pequeña pantalla el libro de igual título. Con él se hace referencia a la globalización de la mafia en el siglo XXI, que no se ciñe a territorios determinados ni a lucha de bandas armadas en plan Chicago años 20, sino que se libra en despachos bancarios donde se blanquea el dinero de la droga, el comercio de armas, la trata de mujeres y el contrabando, entre otros delitos. Y qué empresa hay más extendida globalmente que McDonald's.


A lo largo de la serie vemos la evolución de Alexander Godman, un joven de ascendencia rusa criado en la clase alta de Inglaterra, completamente ajeno a las actividades delictivas de su familia. Cual Michael Corleone, se verá implicado en una vendetta (no sé cómo se dirá en ruso) familiar que le hará abandonar su trabajo de bróker para descubrir los entresijos de la mafia y mancharse las manos de sangre.

Una gran creación de James Norton, que me encanta desde que lo descubrí en Grantchester. Como curiosidad, entre los secundarios sale el español Fernando Cayo, hablando un inglés muy decente.

Otra curiosidad: en un taller clandestino de Praga se fabrican al por mayor falsificaciones de camisetas del Barça, de Messi sobre todo. En el último episodio un chaval moscovita lleva una de esas camisetas, y la discusión que Alexander traba con él sobre fútbol, porque finge apoyar al Madrid, le ayuda a huir de sus perseguidores. Por cierto, cuando se rodó la serie, Neymar aún era azulgrana.

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