miércoles, 8 de agosto de 2018
Almuerzo de amigas
A las horas de reclusión en casa bajo la protección del aire acondicionado, he hecho unas cuantas excepciones. Abro un paréntesis en el relato del viaje al norte para contaros que el jueves de la semana pasada quedé con mis amigas Mari Pau y Loli para retomar los almuerzos de coca a la pala y cháchara. Con sus inminentes viajes, la primera a la Bretaña francesa y la segunda de crucero por las capitales bálticas, tardaremos en repetir, pero algo es algo. Por cierto, con el solano que caía, me puse el sombrero que Pedro compró en las salinas de Añana, lo que me daba un look de postureo total.
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3 comentarios:
hola! que bonitas!! y que agradable es tener amigas para cotillear, gracias y saludosbuhos.
¡Muchas gracias y tantos besos!
¡Olé, el sombrero! Y bien que te costó ganarlo en las salinas de Añana, ese tórrido desierto blanco.
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